Hablando de la MLS con Jaime Moreno

“D.C. United, con ilusión de ganar y salir campeón; llevando al equipo a lo más alto”: Jaime Moreno
Primero, enhorabuena por todos los objetivos logrados a lo largo de su carrera futbolística. Con 122 goles y desde el pasado viernes, 100 asistencias, 298 partidos jugados y un palmarés inigualable, es el jugador que más récords ha establecido en la historia de la MLS. ¿Cómo se describe?
No sé, la verdad es que nunca he necesitado describirme, por lo que no tengo palabras para hacerlo. Simplemente trato de hacer lo que sé y por supuesto divertirme, que es lo que más me interesa.
Esos momentos de gloria en el que igualó y superó a Jason Kreis con 108 goles, ¿cómo los describiría?
Feliz, muy feliz, porque yo creo que a nadie le regala uno nada, todos son esfuerzos que uno hace en el día a día, en los entrenamientos. Creo que el representar a mi país, eso también me halaga mucho, así que feliz, contento. Lo que más me importa a mí es mantener un mismo nivel, es lo más difícil, y es lo que yo siempre he tratado de hacer, no tener muchos altibajos, algo que a mi parecer es vital para todo jugador.
Debo recalcar que la mayoría de esos momentos de gol vienen de penales, ¿qué relación tienen?
Para mí todos son goles, creo que todos cuentan y como le digo, feliz al aportar al equipo, que es lo más importante y tratar de seguir con el mismo trabajo para así poder conseguir más títulos.
De todas estas vivencias, ¿cuál es la más emotiva o la que usted considera más importante de toda su carrera?
Creo que para mí de los momentos más importantes siempre van a ser los campeonatos. Pero uno de los momentos más emotivos para mí fue cuando convertí el gol récord y mi hijo estaba en la cancha y fue el que recibió el balón. La verdad es que eso fue algo que me emocionó bastante, y estoy agradecido con la vida por ese momento que me dio.
Después de una corta trayectoria en el Blooming de Bolivia, usted comenzó haciendo historia al ser el primer boliviano en llegar a la Premier League inglesa cuando fichó por el Middlesbrough. ¿Qué significó esta oportunidad para usted?
Fue algo muy rápido, la verdad. Quizás no aproveché mucho ese momento, y aunque he querido tener otra oportunidad, así es el fútbol. Uno cuando es joven nunca sabe apreciar todas esas cosas y bueno son otro pasaje importante en mi vida, porque allí también conocí a mi mujer y nació mi hijo y todos esos momentos que, a fin de cuentas, tienen sus cosas buenas.
Durante sus dos temporadas en el Middlesbrough militó bajo la dirección de un grande del fútbol inglés, Bryan Robson, quien, durante su carrera como jugador, marcó récords con el Manchester United con 500 apariciones y 99 goles. ¿Cómo ha influenciado la figura de este personaje futbolístico en su carrera?
Respeté mucho a ese técnico que tuve, una persona espectacular la cual me enseñó muchas cosas. Estoy muy contento de haber sido partícipe de esos años tan importantes que fueron para el Middlesbrough. Es una leyenda que como te digo, gracias a Dios, tuve la oportunidad de compartir buenos momentos con él, y aprender muchas cosas de él también.
¿Cómo fue la decisión de dejar Inglaterra para embarcarse en un nuevo proyecto como eran D.C. United y la MLS de 1996?
No fue fácil. Una decisión bastante acertada, diría yo, por las cosas que me han pasado ahora en el fútbol, pero nada, creo que a nadie se le hace fácil dejar Europa. Yo feliz, porque tuve la oportunidad de estar allá y ahora estar acá. No todos tienen las mismas oportunidades de hacer eso.
Y de Inglaterra a ganar cuatro Copas MLS, ¿cómo recuerda esas finales y el D.C. United de entonces?
Son momentos inolvidables, pero al mismo tiempo, a mí no me gusta estar sin vivir un poco del pasado, pero sí, fueron momentos increíbles, en los que todas las personas que estuvimos ahí, se lo pasaron muy bien.
Cuatro Copas MLS, una Copa de Campeones de la CONCACAF, una Copa Interamericana, cuatro Supporters’ Shield, dos Copas Abiertas… ¿cuál es el trofeo o campeonato que recuerda con más cariño?
¡Todos! Absolutamente todos los recuerdos con mucho cariño porque, como te digo, fueron momentos muy especiales e inolvidables que uno pasa con sus compañeros y con la gente a la que uno aprecia. Quizás el que jugamos en casa fue un poco más especial, pero todos son especiales.
A nivel individual, ¿cuál es el premio que más orgullo le trae?
Yo creo que para mí un poco el del 2004 fue premio especial porque yo venía de una lesión y mucha gente no creía en mí, y pensaba que ya yo no iba a jugar más al fútbol. Así que fue como una prueba para mí el saber que podía y nada, feliz porque me dieron otra oportunidad que supe aprovechar.
¿Qué significan para usted los colores de D.C. United y las palabras “orgullo, pasión y tradición”?
Esas palabras son todo D.C. United, se lo aseguro, es la pasión, la camiseta, el escudo y por supuesto, ¡campeonatos!
Fue en 2002, cuando marchó a jugar para los Metrostars de Nueva York debido a su relación con el entonces técnico de D.C. United, Ray Hudson. ¿Qué significó este año para usted, un fervor devoto del equipo capitalino?
Irme a Nueva York era otro desafío para mí. En ese entonces, la relación con el técnico era muy complicada ya que me dejó fuera de la cancha y yo estaba un poco dolido. Más que nada quedé en duda con Bob [Bradley]. Él me llevó allá, pensando que íbamos a tener buen año, pero desgraciadamente no fue así. A pesar de ser un pasaje malo en mi carrera, fue una experiencia y algo de lo que todo el mundo debe aprender.
Durante toda su carrera ha compartido vestuario con muchas personas excepcionales del mundo del fútbol, ¿quién o quienes han sido las que más lo influenciaron?
Milton Mergar, que fue con quien empecé en la Selección. Fue mi compañero en la Selección por lo que me influenció bastante, todo el trabajo que hacíamos después de los entrenamientos en el cuarto. Es algo chistoso ahora, porque cada vez que lo veo nos ponemos a conversar de eso y de todas esas anécdotas tan lindas que compartimos. Él fue una persona muy importante en mi carrera, a la cual siempre voy a estar agradecido.
Cuando llegó a D.C. se encontró con su compatriota, Marco Etcheverry. ¿Cómo describe su relación con este gran ídolo del elenco capitalino y de su país?
Marco fue y es el hermano que nunca tuve, un gran amigo y un jugador excepcional con el que tuve la gran suerte de jugar.
Doce años después y con tantas vivencias, ¿cómo ve al D.C. de esta temporada?
Con la misma ilusión de siempre, creo que eso es lo que siempre hemos trabajado, salir con la ilusión de ganar y salir campeón, es lo que trabajamos el día a día.
Algunos vienen y otros van, así es la ciencia futbolística. ¿Cómo se sintió con la partida de su ferviente amigo Chalo Martínez?
Mal, porque es un jugador con mucho carisma, con mucho talento y experiencia que por cosas de la vida se tuvo que ir. Pero al mismo tiempo, sé que le va a ir muy bien y deseándole lo mejor para él y su familia.
¿Cómo ha influenciado la vuelta en el campo y en el vestuario de Christian Gómez?
Christian siempre trae su experiencia al equipo, creo que eso es importante. Todos conocemos a Christian como es, que es muy callado pero él lo demuestra todo en la cancha.
Previo a dar su asistencia número 100 el viernes, se le vio quejarse en el campo, ¿Cómo está a nivel físico esta temporada y cuáles son sus objetivos para la misma?
Me veo cada vez mejor. Desgraciadamente tuve simplemente unos calambres, por lo que no estoy al 100% físicamente todavía, pero estoy trabajando en ello. Mi meta como siempre, siempre son las mismas, llevar al equipo a lo más alto, a los sitios donde nos encontrábamos antes, que es lo importante, y esperemos que así sea.
¿Y su futuro futbolístico?
¡Espectacular! (Risas)
¿Qué pretende hacer después de su retiro como jugador?
Jugar golf (Risas), ¡no mentira! Simplemente, ya se verá. Mi pretensión es ser técnico, pero tengo aún tiempo para pensar en ello.
A nivel internacional, con 74 partidos y 11 goles en su haber, vivió un momento inigualable no hace mucho, durante su retiro el 20 de octubre del año pasado en un RFK a rebosar de aficionados, ¿cómo vivió su carrera como representante de la Selección Nacional de Bolivia?
La verdad es que nunca me identifiqué como un Marco [Etcheverry], Erwin [Sánchez] o Milton [Melgar] en la Selección, ya que siempre estuve endeudado. La verdad es que en la última Copa América en el 2007, demostré que tenía un lugar en la Selección y gracias a Dios fue una Copa América regular, y nada, demostré que era parte de la Selección, a pesar de que mucha gente pensaba que yo estaba acabado. Pero estoy contento por haber sido parte de una historia en el país como fue la del Mundial del 94, y ser partícipe de eso fue simplemente espectacular.
¿Qué opina usted del escándalo provocado por su selección al arrollar a la Selección albiceleste de Maradona por un espectacular 6-1?
Nosotros vivimos una fiesta, el escándalo lo están viviendo el resto. ¡Nosotros todavía lo estamos celebrando!
Con un verano tan difícil como el que se le presenta a Bolivia, ¿cree que la Selección podrá alcanzar los puestos de clasificación al Mundial de la FIFA 2010?
La esperanza es lo último que se pierde, así que uno sigue trabajando. Me imagino que eso es lo que ellos van a hacer, y uno desde acá apretando para que así sea.
Gracias por darnos la oportunidad de deleitarnos con su fútbol.