WASHINGTON— El D.C. United iniciará este sábado ante el Real Salt Lake la segunda mitad de su tambaleante temporada, con la inminente necesidad de hilvanar una seguidilla de victorias que lo pongan en camino a la clasificación a la Liguilla 2010.
Será el cuarto partido del año entre ambas plantillas, aunque el segundo oficial por la competencia liguera después de que empataran sin goles el encuentro de ida en el estadio RFK el 5 de junio.
Antes de eso, United había vencido 2-1 al campeón defensor de la MLS en un partido de pretemporada por la Carolina Challenge Cup en marzo, un resultado que repitió en un cotejo clasificatorio para la Open Cup a principios de junio en el RFK.
Los capitalinos viajan a Salt Lake motivados por la alta producción ofensiva que pudieron lograr en su último partido, un amistoso que ganaron 4-0 al Portsmouth de Inglaterra con tres goles de Danny Allsopp, y por la actitud más competitiva que se ha producido en la cancha, sobre todo después de la incorporación del montenegrino Branco Boskovic y el argentino Pablo Hernández.
A pesar de que no ha pudo ganar sino tres partidos en la primera mitad de la temporada, unos tres triunfos consecutivos podrían colocar al DC en la lucha por la clasificación, ya que con doce puntos se encuentran a sólo cinco unidades del Chicago Fire que con 17 ocupa el cuarto y último lugar de la clasificación a la Liguilla en la Conferencia Este.
Una marca de 3-11-3 dice muy poco de un club que apenas ha ganado una vez fuera del RFK, sede en la que ha perdido en seis oportunidades y ha ganado sólo dos, gracias principalmente a su pobre productividad ofensiva con apenas 12 goles en esos 17 partidos, una posición que de no mejorar los mantendría en ruta a quedar fuera de la postemporada por tercer año consecutivo.
Sin embargo, en las prácticas y el vestuario persiste un ambiente de esperanza en un grupo de jugadores, técnicos, ejecutivos y aficionados, quienes aseguran que este club está para más.
“Cuando se tiene un año como éste, es algo que afecta a todo el mundo”, dijo el presidente del club Kevin Payne. Afecta a todas y cada una de las personas que trabajan en el club, a nuestros aficionados, al dueño (Will Chang) a mí. Es almo muy difícil emocionalmente, algo a lo que no estamos acostumbrados. Pero lo vamos a corregir, no nos hemos rendido, la gente se puede reír de esto pero es algo que realmente me tiene sin cuidado”, declaró Payne.
Una actitud que han asumido sus jugadores y el técnico Curt Onalfo pero que tendrán que poner en práctica a partir del sábado en el estadio Rio Tinto de Salt Lake, Utah.
Algo para que el goleador ante el Portsmouth, Danny Alsopp, asegura estar preparado.
“Todo lo que tenemos que hacer es mantener este tipo de actitud en la competencia de la liga y podremos convertir este mal arranque en un final de temporada que nos de mucha satisfacción”, dijo Allsopp.
